La madera maciza empalmada forma parte de los productos de gama alta del aserradero tradicional. Cortada en secciones precisas, según una determinada longitud, garantizada sin defectos visibles, sigue siendo uno de los productos más solicitados por los artesanos y los particulares buenos manitas con exigencias rigurosas sobre la calidad. Las características de la madera maciza empalmada están inscritas en un pliego de condiciones detallado.
La madera de construcción maciza empalmada se corta en una gran longitud. El empalme permite ensamblar pequeñas piezas por encolado en el sentido de la longitud. Las uniones ayudan a unirlas entre sí y a tener un acabado perfecto en todas las caras. Los productos empalmados se identifican bajo la denominación KVH, sigla alemana que reúne exigencias de alta calidad y que responde a normas estrictas para el análisis, el cálculo y las dimensiones de las estructuras, los paneles, las vigas o cualquier otra estructura u osamenta para la casa moderna.
Maciza y empalmada, la madera de construcción de gran longitud debe mostrar características particulares para entrar en la clase superior. Los productos de calidad provienen de diversas especies de coníferas como el pino douglas o el pino silvestre pero también de frondosas y de especies nobles como el roble. Para obtener esta madera de calidad superior encolada o laminada encolada para toda estructura u osamenta, el secado debe ser perfecto: demasiado seca, podría agrietarse y no lo suficientemente seca, tendría tendencia a trabajar y podría debilitar la estructura. Cada especie debe ser tratada de manera diferente para ofrecer una estética cuidada y una robustez duradera en el tiempo.
Presentados como paneles de madera maciza empalmada de especie douglas encolada y laminada, cepillada, fabricada en Francia, los productos elaborados según una determinada técnica deben tener un acabado perfecto realizados en secciones precisas para favorecer la resistencia, en particular si se trata de vigas para estructura o para armazón. Las lamas de protección para la casa que han sido tratadas, el lambris y el revestimiento realizados por encolado deben valorizar el suelo, las paredes y ser estéticos en cada una de sus caras. La técnica cumple con numerosas exigencias para que los materiales empalmados estén inscritos bajo la etiqueta PEFC. La certificación PEFC garantiza en particular el respeto de las reglas de gestión sostenible y del medio ambiente. Finalmente, la calidad de un producto empalmado es visible a simple vista.
El material macizo empalmado, cepillado, encolado, laminado se define por sus diferentes características y por su clase. El tratamiento clase 3 generalmente aplicado para un pino douglas destinado a una estructura u otro uso exterior garantiza su longevidad. El tratamiento en autoclave aplicado al abeto también asegura su perennidad. Las características y la clase del douglas, del abeto o de cualquier otra conífera son la garantía de una construcción robusta en su lugar durante varias generaciones. Los productos de calidad maciza empalmada tienen una mejor resistencia mecánica. Son más estables en el tiempo. No muestran ningún defecto de estructura.
Los paneles de pino laminado realizados en Francia están concebidos para obtener un acabado de madera experto para la construcción: vivienda, local o edificio. Un acabado perfecto es un acabado auténtico que revela la calidez y la convivialidad de un interior contemporáneo. Las vigas y maderos macizos para el armazón deben su resistencia al respeto de las secciones solicitadas por los artesanos y a los eventuales tratamientos. Las lamas para el suelo y las paredes de excepción se reconocen gracias a sus caras perfectamente idénticas, magnificadas gracias a una técnica probada dominada por los empleados del aserradero. La protección necesaria es la misma ya sea para el armazón o el suelo.
Porque celebrará dentro de algunos años sus 100 años de existencia, el Aserradero familiar Chauvin tiene mucho que enseñarnos sobre las coníferas, sobre los métodos de fabricación, de acondicionamiento y de comercialización. Especialistas de los materiales macizos, los empleados del aserradero Chauvin saben inmediatamente reconocer un material de calidad. La selección específica y objetiva asegura la longevidad del producto sea cual sea su destino futuro. La elección no sólo depende de las especies sino también de las propiedades y de las dimensiones deseadas por el cliente. Aparatos evolucionados se utilizan para el pesaje. Ayudan a evaluar la duración adecuada para cada especie: un año en promedio para las frondosas, 6 meses aproximadamente para las coníferas.
Una unidad de producción de alta tecnología está a disposición de los empleados del aserradero para dar a cada especie el tratamiento que merece para resistir a la humedad, al frío y a las heladas, a los rayos UV, etc. Antes de la validación de un pedido, se realiza una verificación estricta respecto a la cantidad a suministrar pero sobre todo sobre las propiedades cualitativas a privilegiar según el destino y las necesidades específicas del artesano o del constructor de casas.
Solicitar un presupuesto detallado al Aserradero Chauvin permite darse cuenta del importe total del pedido pero también imaginar perfectamente la futura entrega. Los plazos siempre se respetan y ciertas ventajas se consienten en función de los criterios establecidos y de la cantidad.
